
Enfermedad del
Hígado Graso
La guía conjunta de la EASL, EASD y EASO actualiza la definición, prevención, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica. (EHEADM/MASLD).
La EHEDM, anteriormente conocida como enfermedad del hígado graso no alcohólico, es la condición hepática crónica más prevalente a nivel mundial y su incidencia sigue en aumento. Se caracteriza por la acumulación de grasa en el hígado, relacionada con uno o más factores de riesgo cardiometabólico, como la diabetes tipo 2 (DM2), la obesidad y la dislipidemia, en ausencia de un consumo nocivo de alcohol. 1
El espectro de la enfermedad incluye desde la esteatosis simple hasta formas más avanzadas como la esteatohepatitis, la fibrosis hepática, la cirrosis y el carcinoma hepatocelular. Por lo tanto, esta patología representa un importante desafío de salud pública debido a su alta prevalencia y su asociación con complicaciones graves, tanto hepáticas como extrahepáticas, como enfermedades cardiovasculares, cáncer y enfermedad renal crónica.1

Definición y epidemiología
La EHEADM se define como la presencia de esteatosis hepática en personas con, por lo menos un factor de riesgo cardiometabólico, como sobrepeso, obesidad, dislipidemia, hipertensión arterial o DM2, y la ausencia de otras causas de enfermedad hepática significativa, como el consumo nocivo de alcohol o hepatitis virales. Este nuevo término refleja una mejor comprensión de la fisiopatología de la enfermedad.1
La prevalencia de la EHEADM en América Latina es notablemente alta. Según un análisis reciente, se estima en 44.4%. Este porcentaje es el más elevado en comparación con otras regiones, como Medio Oriente y África del norte (36.5%) y Asia del sur (33.8%).2
La presencia de DM2 y obesidad abdominal son los principales factores que determinan el riesgo de progresión hacia formas avanzadas de la enfermedad, como la cirrosis y el carcinoma hepatocelular.1
La nomenclatura 2023 definió criterios para la enfermedad hepática esteatósica (EHE/SLD)), incluida la EHE asociada a disfunción metabólica (EHEADM/MASLD), la enfermedad hepática asociada al alcohol (ALD) y la superposición MASLD/ALD (MetALD).
Las enfermedades hepáticas esteatósicas (EHE/SLD), principalmente la enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica (EHEADM) (anteriormente conocida como enfermedad del hígado graso no alcohólico -HGNA-) y la enfermedad hepática asociada al alcohol (EHA/AL)) son las principales causas de enfermedad hepática crónica en todo el mundo, incluso en Estados Unidos (EE.UU.)1,2
En 2023, un consenso mundial estableció criterios diagnósticos para la MASLD, la ALD y la intersección entre ambas enfermedades (MetALD)7. La nueva definición reconoce la contribución del consumo de alcohol en el desarrollo y la progresión de la enfermedad hepática crónica, con umbrales específicos de consumo de alcohol para cada diagnóstico. Así, la MASLD se define por esteatosis hepática en presencia de disfunción metabólica, mientras que la MetALD se basa en un consumo de alcohol que oscila entre 140-350 g/semana (6 – 5 latas de 473 mL) en mujeres y 210-420 g/semana (9 -18 latas de 473 mL) en hombres.
¿Qué pruebas usan los médicos para diagnosticar la enfermedad del hígado graso no alcohólica? Análisis de sangre
El médico podría usar los resultados de los análisis de sangre de rutina para calcular puntuaciones especiales, como FIB-4 o el Índice TG/HDLc elevado. Estas puntuaciones pueden ayudar a los médicos a identificar o descartar fibrosis hepática avanzada o cicatrización.
El médico podría ordenar análisis de sangre adicionales para determinar si el paciente tiene otras afecciones de salud que podrían aumentar sus concentraciones de enzimas hepáticas antes de poder hacer un diagnóstico definitivo de EHEADM/MASLD, hay que descartar otras causas de inflamación hepática, es decir, cosas que podrían provocar un aumento de las transaminasas del paciente. El alcohol es sinérgico con todo lo que puede dañar el hígado. Un buen punto de partida es medir el consumo de alcohol para asegurarse de que no está causando inflamación hepática. El nivel de fosfatidil etanol es una prueba serológica para determinar el consumo excesivo y crónico de alcohol. Es una forma de determinar si alguien ha tenido un consumo de alcohol bastante constante hasta 4 semanas después del hecho. El límite para una prueba positiva es de 20 ng/mL.
Solicitar esta prueba para todos los pacientes con inflamación hepática, porque el alcohol es una causa común. La prueba le ayuda a comprender mejor los factores que pueden estar afectando a la función hepática del paciente.
Si la prueba da positivo, puede mantener una conversación al respecto, y si no da positivo, pasa a la siguiente causa posible. Otras causas bastante comunes de inflamación hepática son relativamente fáciles de abordar, checando si hay si hay hepatitis B o C. Podemos curar la hepatitis C. No podemos curar la hepatitis B, pero es importante saber si el paciente la tiene. Los médicos de atención primaria deberían sentirse cómodos pidiendo estas pruebas.
Los niveles de ALT realmente altos (por ejemplo, en los 200s) no suelen ocurrir por enfermedad hepática esteatósica. En esos casos, enviaríamos un panel ampliado que podría incluir pruebas de hepatitis autoinmune-ANA, anticuerpos anti-músculo liso y niveles de IgG. Por lo demás, la mayoría de estos pacientes no necesitan muchas más pruebas.
Los médicos se basan en el análisis de sangre, pruebas de diagnóstico por la imagen y, a veces, una biopsia del hígado para diagnosticar la enfermedad del hígado graso no alcohólica y diferenciar entre hígado graso no relacionado con el alcohol y esteatohepatitis no alcohólica.
La puntuación FIB4 calcula el grado de fibrosis basándose en los niveles de ALT y AST, el recuento de plaquetas y la edad del paciente. Estos datos se introducen en una fórmula. Si la puntuación FIB4 es baja (lo que significa que no hay mucha fibrosis), puede detenerse ahí y hacer su asesoramiento sobre cambios en el estilo de vida y abordar los factores reversibles.
Si la puntuación FIB4 supera un determinado umbral (1,3 en adultos jóvenes y 2,0 en adultos mayores), es necesario encontrar una forma más concreta de determinar el grado de fibrosis, normalmente mediante pruebas de imagen.
Pruebas de diagnóstico por la imagen
Las pruebas de diagnóstico por la imagen rutinarias pueden mostrar si el paciente tiene grasa en el hígado. Estas pruebas no pueden mostrar inflamación o fibrosis, por lo que el médico no puede usarlas para determinar si el paciente tiene hígado graso no relacionado con el alcohol o esteatohepatitis no alcohólica. Si el paciente tiene cirrosis, las pruebas de diagnóstico por la imagen podrían mostrar nódulos, o bultos, en el hígado.
El médico podría usar las siguientes pruebas de diagnóstico por la imagen para ayudar a diagnosticar la enfermedad del hígado graso no alcohólica:
Ecografía Enlace externo del NIH, en la que un dispositivo llamado transductor emite ondas de sonido seguras e indoloras que rebotan de los órganos para crear una imagen o una fotografía de su estructura.
Tomografía computarizada (TC) Enlace externo del NIH, que usa una combinación de radiografías y tecnología computarizada para crear imágenes del hígado.
Imágenes por resonancia magnética (IRM) Enlace externo del NIH, que usan ondas de radio e imanes para producir imágenes detalladas de los órganos y tejidos blandos sin necesidad de radiografías.
Elastografía Enlace externo del NIH un tipo más nuevo de pruebas de diagnóstico por la imagen que puede ayudar a determinar si el paciente tiene fibrosis hepática avanzada. En algunos casos, los médicos pueden solicitar elastografías para medir la rigidez del hígado. El aumento de la rigidez del hígado puede ser una señal de fibrosis. Los tipos de elastografía más utilizados son:
Eastografía transitoria controlada por vibración, un tipo especial de ecografía
Eastografía por ondas transparentes, otro tipo de ecografía para detectar un aumento de la rigidez del hígado
Eastografía por resonancia magnética, un tipo especial de resonancia magnética para medir la rigidez del hígado.
Biopsia del hígado
La biopsia del hígado es la única prueba que puede confirmar un diagnóstico de EHNA y mostrar claramente la gravedad de la enfermedad. La biopsia del hígado puede mostrar fibrosis en etapas más tempranas que la elastografía. Sin embargo, los médicos no recomiendan una biopsia del hígado para todas las personas con sospecha de enfermedad del hígado graso no alcohólica. El médico podría recomendar una biopsia del hígado si es más probable que el paciente tenga esteatohepatitis no alcohólica con fibrosis avanzada o si sus otras pruebas muestran señales de enfermedad hepática avanzada o cirrosis. En algunos casos, los médicos podrían recomendar una biopsia del hígado para descartar otras enfermedades hepáticas.
Durante una biopsia del hígado, el médico extraerá pequeñas muestras de tejido del hígado. Un patólogo examinará el tejido bajo el microscopio en busca de señales de lesión o enfermedad.
Fuentes:
Díaz, L.A., Lazarus, J.V., Fuentes-López, E. et al. Disparities in steatosis prevalence in the United States by Race or Ethnicity according to the 2023 criteria. Commun Med 4, 219 (2024). https://doi.org/10.1038/s43856-024-00649-x
EASL-EASD-EASO Clinical Practice Guidelines on the management of metabolic dysfunction-associated steatotic liver disease (MASLD)
J Hepatol. 2024 Sep;81(3):492-542. doi: 10.1016/j.jhep.2024.04.031. Epub 2024 Jun 7.El contenido de esta publicación es proporcionado como un servicio del Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés), parte de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés). El NIDDK traduce y comparte los resultados de sus investigaciones para incrementar el conocimiento de salud y las enfermedades entre pacientes, profesionales de la salud y el público en general. Las publicaciones producidas por el NIDDK son cuidadosamente revisadas por los científicos del NIDDK y otros expertos. https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/enfermedades-higado/esteatohepatitis-no-alcoholica/diagnostico
Última actualización: 27 de Noviembre de 2024.